Amnesia
Se dio cuenta de dos cosas nada mas abrir los ojos, no recordaba nada del último mes y que tenía las manos casi hasta los codos tintas en sangre. Miro aturdido a su alrededor, vio muchos arboles torcidos, gruesos troncos y frondosas copas. Una tenue neblina cubría el suelo.
Avanzo tambaleante, poco a poco empezó a recordar, breves fragmentos sueltos, Lo habían secuestrado, en medio de una carretera que cruzaba un bosque, se cruzo una furgoneta negra delante de su coche, la puerta lateral se abrió y un hombre disparó un fusil, el dardo atravesó el cristal y el notó como una aguja penetraba su pecho y llegaba hasta el corazón, entonces se desvaneció.
El siguiente recuerdo fue que estaba tumbado en una camilla. Escucho frases sueltas de personas que no veía, para ,el solo eran voces. En una de sus muchas idas y venidas de consciencia noto como le pinchaban el brazo, entreabrió los ojos y vio a un hombre con una bata inyectarle algo, antes de desvanecerse escuchó "este tiene amplias posibilidades de convertirse en lo que deseamos".
Se asustó y apretó el paso, le habían convertido en algo, pero... ¿en qué?. No dejaba de darle vueltas mientras avanzaba cada vez más rápido por entre los árboles, era impresión suya o era mas ágil, sus movimientos eran lobunos, no andaba se deslizaba. También comprobó que lo que para los demás era noche cerrada, para él solamente era penumbra, entonces lo captó, el olor.
Dejó de pensar, siguió febrilmente el olor, le llevaba a la salida del bosque lo sabía. Cada vez avanzaba mas rápidamente. Mientras su mente era controlada por el olfato su cuerpo cambió, sus extremidades se alargaron y el se encorvo hasta que los nudillos rozaron el suelo.
Al final su loca persecución acabó en la linde del bosque, en lo alto de una loma desde donde se divisaba la fuente del olor, una casa, con seres humanos dentro. Se llevo la mano a la boca y se miro la mano, sus dedos eran mas largos y con unas duras uñas de por lo menos quince centímetros, aguzadas como alfileres y afiladas como espadas, sus dientes eran colmillos y tenia un hambre atroz, comenzo a caminar silenciosamente hacía la casa.
Un último retazo de pensamiento coherente paso por su ofuscada mente, no sabia en que lo habían convertido, pero en esa casa habría algún espejo, se miraría, pero después de comer.



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